Una de las revoluciones culturales más importantes de la historia, fue la protagonizada por los jóvenes de la década de los años 60´. Esta revolución cultural abarcaba desde lo más profundo de la sociedad como el tema la píldora anticonceptiva y hasta lo superficial como la ropa que fue moda en todo el mundo, más allá que se compartiese los pensamientos de este movimiento. “La Revolución de las Flores”, marca un antes y un después, provoca admiración y rechazo, pero por sobre todo consecuencias , aún cuando ya han pasado casi 50 años del inicio del Flower Power.
Flower Power fue un eslogan usado por los hippies a finales de los sesenta y principios de los setenta como un símbolo de la ideología de la no violencia. Se dice que el término fue inventado por el poeta estadounidense Allen Ginsberg en 1965. Desde entonces ha sido utilizado en numerosos lugares en referencia a los sesenta, incluidas numerosas películas, programas de televisión y documentales. Flower Power también incluía acciones de adolescentes, como dar flores a policías y poner flores dentro de armas y revólveres, como una señal de paz y no guerra. Recordemos que estos años eran años en donde el mundo sufría los horrores del la guerra de Vietnam, los movimientos de estudiantiles de protesta, segregación racial, etc, etc. La era del jet y la carrera espacial, la famosa Guerra Fría, entre los países alineados con USA y los alineados con la Unión Soviética. Pero a pesar de todas estas cosas los jóvenes querían cambiar el mundo y pensaban que podía ser mejor…..este era el pensamiento del movimiento HIPPIE.
Los Hippies son un movimiento contracultural nacido en los años 60 en Estados Unidos, así como también a los seguidores de dicho movimiento. La palabra hippie deriva del inglés hipster que solía usarse para describir a la subcultura previa de los beatniks (no confundir con Generación Beat), que también tuvo como base importante a la ciudad estadounidense de San Francisco (California) y su distrito Haight-Ashbury. Esta nueva subcultura heredó algunos valores contraculturales de la Generación Beat y en menor grado del naturismo alemán, y en determinados casos crearon sus propias comunidades intencionales.
Los hippies escuchaban rock psicodélico y folk contestatario, abrazaban la revolución sexual y creían en el amor libre. Algunos participaron en activismo radical y en el uso de estupefacientes como la marihuana, el LSD y otros alucinógenos con la intención de alcanzar estados alterados de conciencia, en realidad una forma de rebelarse por la homogeneidad de conceptos que ofrece el Sistema. También buscaron formas de experiencia poco usuales, como la meditación. Debido a su rechazo al consumismo solían optar por la simplicidad voluntaria, ya sea por motivaciones hedonistas, espirituales-religiosas, artísticas, políticas, o ecologistas.
El ícono del hippie suele ser un hombre con el pelo y barba notablemente más largos que lo considerado «elegante» en la época. Ambos sexos tendían a dejarse el cabello largo y algunos hippies caucásicos lo llevaban al estilo afro, imitando a los afroamericanos. Una manera de romper con los patrones sociales existentes era algo tan simple como llevar los pantalones puestos fuera de su lugar, en el hip o cadera, haciendo lucir a la persona desaliñada. De ahí una de las acepciones de la palabra hippie, el que lleva los pantalones a la cadera.
Entre las mujeres apareció la tendencia de no llevar sujetadores y de no afeitarse axilas o piernas. Esto tendría influencia en el feminismo de décadas posteriores pero todavía fueron más trascendentes otros valores como el del amor libre, el cual argumentaba a favor del derecho al placer, evitando las restricciones de la sociedad más conservadora.
Podemos estar o no de acuerdo con los hippies y sus ideas revolucionarias, sin embargo no podemos negar
el impacto en nuestra sociedad en los distintos ámbitos de esta.
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